por Julia de Burgos (1914-1953)
RIO GRANDE DE LOÍZA
¡Río Grande de Loíza!… Alárgate en mi espíritu
y deja que mi alma se pierda en tus riachuelos,
para buscar la fuente que te robó de niño
y en un ímpetu loco te devolvió al sendero.
Enróscate en mis labios y deja que te beba,
para sentirte mío por un breve momento,
y esconderte del mundo, y en ti mismo esconderte,
y oír voces de asombro, en la boca del viento.
Apéate un instante del lomo de la tierra,
y busca de mis ansias el íntimo secreto;
confúndeme en el vuelo de mi ave fantasía,
y déjame una rosa de agua en mis ensueños.
¡Río Grande de Loíza!.. Mi manantial, mi río,
desde que alzóse al mundo el pétalo materno;
contigo se bajaron desde las rudas cuestas
a buscar nuevos surcos, mis pálidos anhelos;
Julia de Burgos (1914-1953)
Poetisa, dramaturga y educadora puertorriqueña. Nació en el Barrio Santa Cruz, en Carolina,
Puerto Rico. Falleció en Nueva York, Estados Unidos. Su obra puede ser caracterizada por una
capacidad enorme de proyectar la feminidad de su tiempo. Pero también por la problemática
personal, tanto de su vida ajetreada y, a veces, hasta turbulenta, como de la intuición de su
inminente su muerte. Desde su inicio en el magisterio se dedicó a la creación poética. Uno de
sus primeros poemas fue el famoso “Río Grande de Loíza”. En su poesía se refleja su
problemática vital en todos sus aspectos: el feminismo, una vida ajetreada y el amor bajo sus
múltiples vertientes, a veces con una sencillez atractiva, pero lo más común bajo la nota de un
amor altamente sensual, erótico y desgarrador.
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